EL AMOR EN LA VIDA CRISTIANA Y EL COMPROMISO CON LA MISIÓN- PARTE 1 || SERMON DEL DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE

 



EL AMOR EN LA VIDA CRISTIANA Y EL COMPROMISO CON LA MISIÓN
 PARTE 1
TEXTO BIBLICO:  RO. 1:1-17


Introducción:
Quiero en esta oportunidad compartir con ustedes notas y reflexiones acerca de la vida
cristiana y el compromiso con la misión expuestas en el libro “Sal y Luz” que habla de
“entender, vivir y practicar la misión” por Ronaldo Lidório. Específicamente sobre el
amor, uno de los principios esenciales de la vida de Cristo.

La relación entre nuestra vida cristiana y el compromiso con la misión, debemos
considerarla como asuntos inseparables. En la medida en la que entendemos y
tomamos conciencia de quien somos en Cristo (nuestra identidad cristiana), vamos
experimentando una profunda y estrecha relación con Cristo cada día (nuestra vida
cristiana). Nuestra “identidad y relación” en Cristo nos va llevando a una vida de
compromiso con sus asuntos.

Cuando el Apóstol Pablo afirma que era “siervo de Jesucristo” y “llamado y designado
para ser apóstol” Ro.1:1, estaba expresando que su identidad era ser siervo de Cristo
y, por vivir de esta manera, cumplía la misión para la cual había sido llamado. Por
tanto, reflexionaremos sobre uno de los elementos esenciales en la vida en Cristo: El
amor.

Considerando que los diferentes asuntos de la vida diaria, fácilmente nos pueden
desviar de practicar un cristianismo bíblico y simple, haciendo que todas nuestras
capacidades, talentos, atención, energías, relaciones se desgasten al final de cada día.
Debe ser un asunto de mucha preocupación cuando proclamamos una espiritualidad
sin amor. Cuando la iglesia no llora con los que lloran, o cuando nuestras relaciones se
van tornando mas egoístas. Debe de preocuparnos cuando vemos al mundo
preocuparse y actuar con mas misericordia con el caído que el propio pueblo de Dios y
cuando la iglesia (sal y luz) define su experiencia de fe a partir de sus reuniones
“solemnes” y no de relaciones sinceras, es una muestra de que no estamos amando.

En el capitulo 13 de la primera carta a los Corintios, Pablo nos muestra uno de los
textos que mas definen nuestra fe, ahí nos presenta el amor como el centro de la vida
cristiana. Nos muestra que, si no amamos, nos volvemos una iglesia con apariencia,
forma y discurso espiritual, pero de hecho carnal, con presencia de dones espirituales,
pero sin lo esencial del cristianismo.

“Si yo puedo hablar varios idiomas humanos e incluso idiomas de ángeles, pero
no tengo amor, soy como un metal que resuena o una campanilla que repica. Yo
puedo tener el don de profetizar y conocer todos los secretos de Dios. También
puedo tener todo el conocimiento y tener una fe que mueva montañas. Pero si no
tengo amor, no soy nada. Puedo entregar todo lo que tengo para ayudar a los
demás, hasta ofrecer mi cuerpo para que lo quemen. Pero si no tengo amor, eso
no me sirve de nada” 1Cor.13:1-3 NTV

“Ahora permanecen estas tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero el más
grande de todos es el amor.” 1Cor.13:13 NTV

El amor, que aquí expone Pablo, no es solo superior a los dones, sino uno que marca
profundamente nuestra identidad cristiana, le pertenecemos al Señor, somo de Él,
cuando buscamos amar.
Con todas estas consideraciones, ¿cómo es el amor, como uno de los elementos
esenciales de la vida cristiana y el compromiso con la misión?

I. El amor es perceptible.
(Notorio, claro, evidente, manifiesto, palpable, sensible, visible, etc.). ¿Qué
significa esto? Que mi vida en Cristo no puede ser definida por la doctrina
que entiendo y acepto, ni siquiera por las experiencias espirituales que
experimento, sin amor todo esto esta vacío de significado. Mi vida en Cristo
esta definida por la presencia del amor que no solo es esencial, sino también
auto manifiesto. El Espíritu Santo describe en este capitulo que el amor es
perceptible, o sea, deja marcas, es practico, notable y visible.

El amor es paciente, esperando por el momento oportuno para el otro. Es
benigno, haciendo que el dolor del vecino sea también nuestro. No tiene
envidia, por lo tanto, evita comparaciones y se niega a criticar al prójimo. De
esta manera, es imposible amar sin que las marcas del amor sean vistas por
los que pasan por el mismo camino que nosotros.

Sabe, necesitamos amar al prójimo por lo menos para no criticarlo. Este
prójimo, el otro, diferente de nosotros, es nuestra base de pruebas, es el
escenario en el cual debemos aprender a practicar el acto mas sublime que
viene del Padre, y solamente de Él.

“Más bien, amen a sus enemigos y háganles el bien. Presten sin esperar
nada a cambio. Así tendrán una gran recompensa y serán hijos del Dios
Altísimo, porque Dios es bueno aun con los desagradecidos y
perversos”. Lucas 6:35 PDT

El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor.” 1 Juan 4:8 PDT

“Hijitos, nuestro amor no debe ser sólo de palabras, pues el verdadero
amor se demuestra con hechos.” 1 Juan 3:18 PDT

II. El amor prueba la espiritualidad.
Como seres que sabemos esconder con astucia y habilidad lo que es
claramente carnal y vergonzoso, usando de mascaras bien elaboradas,
podemos hablar sobre la fe, sin de hecho creer, predicar contra el pecado sin
repudiarlo íntimamente, hablar sobre el amor y al día siguiente perjudicar al
hermano.
Así que, un mecanismo que prueba claramente nuestra espiritualidad son los
actos de amor.

Por otro lado, lo opuesto al amor también es evidente, produce una increíble
tolerancia con nuestras propias limitaciones y flaquezas, entre tanto nos
volvemos de una manera grave intolerantes con el prójimo. De esta forma, si
alguien conversa con formalidad, es antipático, pero si nosotros lo hacemos
somos respetuosos. Si alguien grita al predicar, esta siendo artificial, pero si
nosotros gritamos es señal de espiritualidad. Si alguien no lo hace, es
perezoso, pero si nosotros no lo hacemos estamos ocupados. Si alguien se
endeuda es irresponsable, pero si nosotros lo hacemos es porque recibimos
poco. Si alguien no esta de acuerdo, es soberbio, pero si nosotros no
estamos de acuerdo somos juiciosos. Si alguien critica, lo hace por estar
dominado por la envidia, pero si nosotros criticamos estamos siendo celosos.

Si alguien repite un sermón, esta siendo descuidado, pero si nosotros lo
hacemos Dios quiere hablar nuevamente a su pueblo. Si alguien se
equivoca, era de esperarse viniendo de él, pero si nosotros nos
equivocamos, errar es humano. Si alguien cae, su carnalidad ya indicaba
eso, pero si nosotros caemos, el enemigo nos preparó una trampa.

Si alguien juega, esta siendo mundano, pero si nosotros jugamos somos
informales. Si alguien ofende al hablar no tiene control, pero si nosotros lo
hacemos somos sinceros.
Si, mis amados hermanos y amigos, la ausencia de amor falsifica la vida
cristiana, y una de las claras señales, como dije, es la grave intolerancia con
el prójimo y la permisividad con nosotros mismos.

“Después Jesús les dijo a la gente y a sus seguidores: «Los maestros
de la ley y los fariseos tienen la autoridad de explicar la ley de
Moisés. Así que hagan caso de todo lo que ellos les dicen, pero no
sigan su ejemplo porque ellos no hacen lo que ellos mismos dicen. 
Ellos cargan a la gente con reglas estrictas y difíciles de cumplir. 
Los obligan a cumplirlas, pero ellos ni siquiera quieren mover un dedo para 
ayudarles a obedecer las reglas.” Mateo 23:1-4 PDT

“¡Pobres de ustedes, maestros de la ley y fariseos! ¡Hipócritas! Ustedes
son como los sepulcros pintados de blanco. Se ven muy bonitos por
fuera, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y toda clase
de suciedad. 28Lo mismo pasa con ustedes, parecen buenos, pero por
dentro están llenos de hipocresía y de maldad.” Mat.23:27,28 PDT

Espere la conclusion en la proxima publicacion

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