COMO SER LIBRE PARA VIVIR LA VIDA EN CRISTO || SERMON DEL DOMINGO 23 DE OCTUBRE

 

SERIE: VIVIENDO LA VIDA DE CRISTO EN PLENITUD


COMO SER LIBRE PARA VIVIR LA VIDA EN CRISTO.

TEXTO BIBLICO: JUAN 8:1-11


Introducción:
El Monte de los Olivos no estaba lejos del templo. Y por la mañana, muy de
madrugada, el Señor Jesús descendió por la ladera del Monte de los Olivos, cruzo el
Valle del Cedrón y volvió a subir hacia la ciudad, donde estaba situado el templo. Todo
el pueblo vino a él; y sentándose, les enseñaba.

Los escribas (Hombres que se dedicaban a copiar las Escrituras) y los fariseos (Secta
judía, surgida en el150a.C promovía la idea de la pureza sacerdotal…y que más allá de
los mandamientos, la Ley Oral también fue transmitida por Moisés). Estaban
determinados a tenderle una trampa a Jesús para que dijese algo erróneo, para poder
tener de que acusarle. Así que le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en el
mismo acto del adulterio. Y le dijeron: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el
acto mismo del adulterio, y en la ley nos mando Moisés apedrear a tales mujeres. Tú,
pues, ¿qué dices? V.4-5.

En lugar de dejarse enredar por sus palabras, Jesús convirtió la situación en una
oportunidad para enseñar a la multitud acerca de su amor liberador en plena acción. Él
dijo “El que de vosotros este sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra
ella…Mujer, ¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? ...Ni yo te
condeno; vete, y no peques más” Vs.7,10,11. La mujer se fue de allí sin ser
condenada, libre y salva de una muerte segura.

“Al corazón depravado del hombre le da consuelo y tranquilidad si solo puede
encontrar una persona peor que el mismo; piensa que el mayor pecado de otro le
excusa a él; y mientras que acusa e inculpa a otros con vehemencia, se olvida de
su propio mal. De esta manera, se regocija en la iniquidad.” J.N. Darby

Un poco más tarde, Jesús proclamó: “Si vosotros permaneciereis en mis palabras,
seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os
hará libres” 8:31,32.  Consideremos estos versículos como la proclamación de
liberación del creyente. En los versículos 34-36, Jesús explica: “De cierto, de cierto
os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no
queda en la casa para siempre; el hijo si queda para siempre. Así que, si el Hijo
os libertare, seréis verdaderamente libres”.

Considerando todo lo anterior, ¿Cómo es que podemos ser libres para vivir la vida en
Cristo?

1. A través de la muerte de Jesús en la cruz y la resurrección,
somos liberados del castigo del pecado.

Como la mujer sorprendida en adulterio, ya no somos condenados por lo que
hemos hecho. Cristo paga y cancela totalmente nuestra deuda de pecado, para
que podamos ser reconciliados al Padre.

“Pues, como nuestra amistad con Dios quedó restablecida por la muerte
de su Hijo cuando todavía éramos sus enemigos, con toda seguridad
seremos salvos por la vida de su Hijo.” Ro.5:10NTV

“Pues la paga que deja el pecado es la muerte, pero el regalo que Dios da
es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.” Ro.6:23NTV

“Pues a Dios, en toda su plenitud, le agradó vivir en Cristo, y por
medio de él, Dios reconcilió consigo todas las cosas. Hizo la paz con todo
lo que existe en el cielo y en la tierra, por medio de la sangre de Cristo en
la cruz.
Eso los incluye a ustedes, que antes estaban lejos de Dios. Eran sus
enemigos, separados de él por sus malos pensamientos y
acciones; pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de
Cristo en su cuerpo físico. Como resultado, los ha trasladado a su propia
presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden
presentarse delante de él sin ninguna falta.” Col.1:19-22NTV

2. Somos liberados del poder del pecado.
Nuestra naturaleza de pecado ya no nos domina, llevándonos de una
transgresión insatisfactoria y destructiva a la siguiente, en un circulo vicioso. En
lugar de ello, ahora somos libres para buscar y conocer a Dios mediante el
poder y la presencia de su Santo Espíritu.

“Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo
Jesús; 2y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida
los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte.” Ro.8:1,2NTV.

Jesús le dijo a la mujer “vete, y no peques más” Jn.8:11, no como un requisito
legalista y severo para ganarse el perdón divino, sino como una declaración de
lo que es posible para nosotros cuando seguimos al Señor.

“¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo no heredarán el reino de
Dios? No se engañen a sí mismos. Los que se entregan al pecado sexual o
rinden culto a ídolos o cometen adulterio o son prostitutos o practican la homosexualidad o
son ladrones o avaros o borrachos o insultan o estafan a la gente: ninguno
de esos heredará el reino de Dios. Algunos de ustedes antes eran así;
pero fueron limpiados; fueron hechos santos; fueron hechos justos ante
Dios al invocar el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro
Dios.” 1Cor.6:9-11NTV

3. Somos liberados del propósito del pecado.
Santiago 1:15 nos dice que “el pecado, siendo consumado, da a luz la
muerte”. La meta de nuestra iniquidad es usualmente exaltarnos a nosotros
mismos o satisfacer nuestras propias necesidades, pero el resultado siempre es
la ruina. Puede ser que esta mujer estuviese buscando amor, aceptación, o
seguridad, pero obviamente estaba tratando de conseguirlo de la manera
equivocada, destruyéndose así misma al igual que su dignidad. En cambio,
Cristo nos hace libres para que podamos llegar a ser todo lo que Dios nos creó
para ser, para su honra y su gloria.

“El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles
una vida plena y abundante.” Jn.10:10NTV

Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo
Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros
tiempo atrás.” Ef.2:10NTV

4. Somos desencadenados de la personalidad del pecado.
Para los escribas y los fariseos, esta mujer siempre seria conocida por el
calificativo de “pecadora”, y quizá esa era la opinión que ella tenia de si misma.
Sin embargo, cuando Jesús entra en nuestras vidas, ya no somos conocidos por
nuestras iniquidades. En lugar de esto, ahora somos reconocidos como
pertenecientes a Aquel que ha cubierto nuestras iniquidades con su sangre.
Nuestras transgresiones ya no son parte de nuestra identidad, pues Cristo nos
convierte en nuevas criaturas.

“Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo
Jesús; 2y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida
los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte.” Ro.8:1,2NTV

“Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una
persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha
comenzado!” 2Cor.5:17NTV

Conclusión:
¿Qué puede hacer para empezar a vivir en la libertad que Jesús compró para usted en
la cruz? No existe una formula para descubrir la riqueza de esta verdad, pero si usted
obedece a Dios y confía en El, se mantendrá en el camino de la vida y la libertad que El
designo para usted.

“No peques más” Jesús tiene gracia y misericordia, pero nunca cesa de ser Santo. El
nos llama a una vida de santidad y obediencia a Su Padre, y nos da los recursos
espirituales que necesitamos para andar en rectitud. ¡Amen!




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