TU, SIGUEME. || SERMON DEL DOMINGO 19 DE FEBRERO

 

SERIE: VIVIENDO LA VIDA DE CRISTO EN PLENITUD.

TU, SIGUEME.
TEXTO BIBLICO: JUAN 21:18-23

Introducción:
La noticia que se ha hecho viral en todo el mundo, son los acontecimientos, espirituales
para unos y solamente eufóricos para otros (los críticos puntuales) que están
ocurriendo en Asbury, Kentucky, ESTADOS UNIDOS y que ahora se ha replicado en
otras universidades.
Lo que he observado es que muchos tratan de explicar lo que está sucediendo, desde
teólogos y eruditos, hasta los diversos comentarios que surgen de cada publicación.
Por otro lado, estamos todos los demás en medio de dos fuegos cruzados, a la
expectativa de lo que va a pasar.

Por cuanto estamos preguntándonos ¿Quién dice la verdad? ¿A quien le creemos?
¿Qué es lo debo creer, sin que ofenda al Señor? En medio de todas estas dudas, he
decidido preguntarle al Señor a través de Su Palabra. He aquí Su respuesta:

I. El llamamiento de Jesús en la vida de Pedro. (18-19)
“De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde
querías; más cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te
llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de
glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.”

a. De cierto, de cierto: Jesús utilizó estas palabras como preámbulo de su mensaje
para Pedro con gran seguridad. Lo que estaba por decir necesitaba ser recordado.
b. Cuando eras más joven: Jesús habló del pasado de Pedro, recordándole de sus
días de juventud cuando tenía menos responsabilidades y podía hacer con más libertad
lo que deseara. La mayoría de nosotros sabemos cómo son estos años de más joven.
c. Cuando ya seas viejo, extenderás tus manos: Jesús habló del futuro de Pedro,
cuando otro le ataría (te ceñirá) y llevaría a Pedro a un lugar al que no querría ir – a un
lugar con las manos extendidas, crucificado en una cruz. Sería con esta muerte
que muerte había de glorificar a Dios.
i. “Sería restringido, ya no sería dueño de sus propios movimientos.” (Morris)
ii. Confiando en que Pedro entendió lo que Jesús quiso decir, esto debió darle un gran
escalofrío. Pedro, tú morirás en una cruz. Juan el escritor del Evangelio lo entendió,
pero lo escribió muchos años después de la muerte de Pedro.

iii. Sin embargo también le dio a Pedro seguridad. En el momento crucial unas
semanas antes, Pedro negó a Jesús tres veces para salvarse de la cruz. Jesús le
aseguró a Pedro – De cierto, de cierto– que enfrentaría el desafío de la cruz una vez
más y lo aceptaría. Jesús le prometió a Pedro que moriría en total fidelidad a su Mesías
y Señor.
iv. “Los escritores antiguos afirman que, alrededor de treinta y cuatro años después de
esto, Pedro fue crucificado; y que consideraba algo tan glorioso el morir por Cristo que
rogó que lo crucificaran con su cabeza hacia abajo, pues no se consideraba digno de
morir en la misma postura que su Señor. Así Eusebio, Prudente, Crisóstomo,
y Agustín.” (Clarke)
v. “Gerónimo dice que “fue coronado con el martirio bajo el reinado de Nero, siendo
crucificado de cabeza, con los pies hacia arriba, porque alegó ser indigno de ser
crucificado de la misma manera que su Señor.’” (Alford)
vi. El cristiano en la muerte puede glorificar a Dios. “Justino Mártir confesó de sí
mismo, que viendo la piedad de los cristianos en sus vidas y en su paciencia ante la
muerte, entendió que esa era la verdad que tanto profesaban y sellaban con su
sangre.” (Trapp)
d. Sígueme: En este dramático momento, Jesús le dio estas últimas palabras a Pedro.
Años antes había llamado a Pedro a seguirlo (Mateo 4:18-19). Ahora Pedro sabía que
continuar siguiendo a Jesús significaría la cruz. Pedro fue desafiado una vez más a
seguir a su Mesías, Maestro y Señor.
i. “Jesús puso a Pedro en una categoría con él mismo – una vida dedicada a Dios y
finalmente sacrificada para glorificar a Dios. Se utiliza un lenguaje similar acerca de
Jesús anteriormente en el evangelio (Juan 12:27-32; 13:31). La orden ‘sígueme’ es un
presente imperativo, que literalmente significa ‘Continúa siguiéndome.’” (Tenney)
ii. “Posiblemente hay un significado en el uso del tiempo presente aquí. ‘Continúa
siguiéndome’ será la fuerza de este. Pedro había seguido a Cristo, pero no
continuamente en el pasado. Para el futuro debía seguir incondicionalmente los
caminos del Señor.” (Morris)

II. ¿Y qué de éste?... Tu sígueme. (20-23)
“Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el
mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor,
¿quién es el que te ha de entregar? Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y
qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?
Sígueme tú. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel
discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él
quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?”


a. Señor, ¿y qué de éste?: Jesús acababa de renovar su desafío a
Pedro, sígueme (Juan 21:19). La primera respuesta de Pedro fue no decirle a Jesús
que sí, sino que volviéndose vio al otro discípulo, Juan. La primera respuesta de
Pedro al desafío personal de Jesús fue desviarlo preguntándole a Jesús qué quería
hacer con alguien más.
i. Pedro representa a la mayoría de nosotros, se nos hace fácil desviar cualquier
desafío personal de Jesús preguntándonos e incluso preocupándonos sobre lo
que otros discípulos están haciendo o lo que Jesús puede requerir de ellos.
ii. ¿y qué de Juan? “Su contribución única vendría después. Después de haberse
consolidado en la ciudad pagana y cosmopolita de Éfeso, él evocará a los hombres de
estar a la deriva en los inexplorados mares de la experiencia religiosa vaga y la
especulación abstracta al anclaje seguro y certero de la autorrevelación de Dios en la
figura histórica del Verbo hecho carne.” (Tasker)
iii. “Pablo habrá sido el pionero de Cristo, Pedro habrá sido el pastor de Cristo, pero
Juan fue el testigo de Cristo.” (Barclay)
b. Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?: Jesús le respondió a
Pedro con otro desafío. Aunque Pedro estaba destinado a morir en la cruz (Juan 21:18-
19), Jesús quería que Pedro considerara la posibilidad de que él tenía un destino
totalmente diferente para Juan. Pedro tenía que considerar lo que Jesús requería de él
sabiendo que Jesús podía requerir algo diferente de Juan o los otros discípulos.
i. “Hay un toque de interés humano en su reprensión de Pedro por intentar descubrir la
voluntad divina acerca de otro hombre.” (Morgan)
c. Sígueme tú: Este fue un desafío poderoso y desafiante. Sin importar cómo lidiaría
Jesús con Juan o los otros discípulos, Pedro tuvo que decidir por sí mismo si quería o
no seguir a Jesús. Este es un desafío para cada uno de los discípulos de Jesús.
i. “El uso del pronombre de la segunda persona en el mandamiento de Jesús hace la
declaración enfática: ‘Tú debes seguirme’.” (Tenney)
ii. “He llegado a la conclusión de que, en lugar de tratar de enmendar a todos los
siervos de mi Maestro en el momento, mi primera y más importante tarea es seguir a
mí Señor; y creo, mi hermano, que sería sabio que usted también llegara a esa
conclusión.” (Spurgeon)
d. Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no
moriría: El desafío que Jesús le dio a Pedro dio inicio a un rumor entre los
primeros hermanos en la fe cristiana. El rumor era que Juan no moriría hasta que
Jesús regresara. El hecho de que Juan fue el último discípulo en sobrevivir, habiendo
sobrevivido a varios intentos por asesinarlo, le dio fuerza a este rumor.
i. Esto ilustra la frecuencia y la facilidad con la que las personas malinterpretan las
cosas, y con qué frecuencia los hermanos malinterpretan.
e. Pero Jesús no le dijo que no moriría: Una de las razones por las que Juan agregó
este apéndice a su evangelio era para aclarar lo que Jesús dijo sobre esto y corregir el
rumor.
Jesús no le dijo a Juan que no moriría, sino que simplemente utilizó la posibilidad de
esto como un ejemplo para Pedro.

Conclusión:
La respuesta del Señor era que Pedro no debía de ocuparse acerca de los últimos días
de Juan. Incluso si llegaba a sobrevivir hasta la segunda venida de Cristo, esto no
debería marcar ninguna diferencia en Pedro.
Luego de que Pedro conoce su destino a seguir por el evangelio, cuestiona a Jesús
sobre el destino de aquel que escribe este evangelio, a lo que Jesús responde que el
hará con el cómo mejor le plazca.
El Señor reprendió a Pedro por entremeterse en el futuro de Juan. La única
responsabilidad de Pedro era seguir a Cristo. Tendemos a comparar nuestra vida con
otros, sea para racionalizar nuestro nivel de devoción a Cristo o para cuestionar la
justicia de Dios. Jesús nos contesta en la forma que lo hizo a Pedro: ¿Qué a ti?
¡Sígueme tú!
Muchos fracasos en el servicio cristiano tienen lugar porque los discípulos se ocupan
mas en lo que sucede con los otros que con el Señor mismo.

*(Notas del sermón del comentario Bíblico en español de David Guzik)

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